La radiofrecuencia consiste en generar calor local en los tejidos del cuerpo mediante una corriente eléctrica de alta frecuencia. Es un tratamiento indoloro y sencillo, con el que puedes ver resultados inmediatos. ¿Cómo funciona? estimulando -mediante calor- la producción de tu propio colágeno y elastina para obtener una piel hidratada y tersa, con un aspecto notablemente más joven.
Los efectos de la radiofrecuencia hacen que la calidad de tu piel mejore visiblemente, dejándola más lisa, tensa y con un aspecto luminoso. También puede ayudarte a perder volumen cuando se aplica como complemento en tratamientos corporales reductores.
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