A todos nos ha pasado alguna vez. Nos tropezamos con alguien a quien llevamos tiempo sin ver y sin más nos suelta un “Qué buena cara tienes ¿te hiciste un retoque o algo?”. Y puede que sí, que a algunas nos hayan pillado acabadas de salir de una sesión de bótox (con lo que el comentario del “amigo” nos caería de lo más simpático…) pero lo más probable es que la mayoría formemos parte de ese grupo de gente que va por el mundo con “buena cara” sin apenas darnos cuenta.
Y entonces, si no nos hemos hecho nada ¿qué obró el milagro de mejorarnos las facciones y hacernos lucir mejor? La respuesta aunque no lo creas puede estar conectada a algo muy sencillo: ¡estar enamorado!
Muchos estudios que han analizado los efectos físicos del amor han concluido que éste influye en el cuerpo y en algunas de sus reacciones, especialmente en la etapa inicial del enamoramiento, cuando estamos en la fase de coquetear con la posible “víctima” de nuestro afecto y somos pura química seductora.
En la mujer por ejemplo, estos efectos son visibles en su musculatura, que se pone en estado de alerta para poder responder al “galanteo” de su pareja. Al tensarse los músculos, las arrugas tienden a atenuarse y las bolsas debajo de los ojos se reducen. Tampoco es un tópico afirmar que los ojos brillan, la piel tiene un mejor color y el labio inferior se ve más pronunciado. Vamos, que enamorarse es casi (¡casi!) tan efectivo para la piel como una sesión de Radiofrecuencia o de Fotorejuvenecimiento (con la ventaja de que estos tratamientos sí son prácticamente indoloros, cosa que no se puede decir de algunos amores…).
Por su parte, los hombres enamorados mejoran su postura corporal, lo que los hace lucir más altos y estilizados. Y eso por no hablar de otras consecuencias, como las taquicardias, la disminución del apetito, la dilatación de las pupilas y ese larguísimo y delicioso etcétera que a todos nos ha tocado vivir alguna vez.
En DL sabemos que el amor es el mejor embellecedor. Por eso potenciamos sus efectos con nuestros rituales y tratamientos. Y tú ¿quieres tener cara de enamorad@?
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